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Una
Familia Increíble Tomen el ejemplo de nuestro cuerpo: es uno, aunque conste de varios miembro, pero no todos tienen la misma función. Lo mismo nosotros, con ser muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y dependemos unos de otros. Rom 12,4-5. Ficha Técnica: Película:
Los
Increíbles – The Incredibles (2004) Dirigida por: Brad Bird Actores (voces versión inglés): Craig T. Nelson, Holly Hunter, Samuel L. Jackson, Jason Lee. Estudios:
Walt Disney Pictures – Pixar Animation Studios. Duración: 121’ Censura: Es una película para niños pero bastante violenta, por lo que se aconseja que los padres acompañen a los pequeños. Valoración: Aparte de la excelencia técnica, toca muchos temas importantes como lo son el sentido de familia, la aceptación de los dones particulares y la búsqueda de la justicia en el trabajo, entre otros.
Breve
Comentario: Desde
“Toy Story”, aquella primera película de Pixar con Disney, hasta “Los
Increíbles” se nota un avance técnico en la búsqueda de recrear la realidad
desde la animación computarizada. Tanto se ha logrado, que cuando estamos
viendo la película de la familia Parr en la pantalla grande, en algunos
momentos nos olvidamos de estar frente a una obra de animación y creemos ver
personajes reales actuando. Tan
real es el asunto que al ver las discusiones entre Bob y Helena podemos
transportarnos a un pleito normal de cualquier pareja. Incluso, la película nos
muestra la inquietud de tantos adolescentes cuando ven a sus padres sumergidos
en eternas trifulcas; en ese momento ellos afirman como Violeta que el peligro
existente en su familia es peor que si las vidas de sus padres estuvieran
amenazadas, pues lo que está en riesgo es su matrimonio. La
familia Parr (también conocida como la familia Increíble) puede superar sus
diferencias al entender que dejarse arrastrar por la mediocridad personal
sumerge en la infelicidad total, pero al descubrir cada uno de los valores de
sus miembros y colocarlos a la disposición de los demás logran una sinergia[1]
capaz de vencer el miedo de perderse mutuamente. Si algo debemos aprender de
esta película es que todos somos superhéroes por los dones particulares
que hemos recibido de Dios; pero decir que todos somos especiales como
una generalidad cae en el vacío (es el reclamo de Dash a Helena), sin embargo
al afirmar porqué cada uno es especial nos reconocemos por ser quienes somos y
no por nuestros hechos. Esto
último no lo entendió el archivillano Síndrome, quien sufría por no poseer
las superfuerzas de los otros e ideó una cantidad de artefactos para mostrar su
poder. Quien se compara indefinidamente con los demás termina como este
supervillano, sin descubrir aquel don oculto que le podrá diferenciar de otros
y ponerle a su servicio. Síndrome refleja la actitud de quien desea sobresalir
a costa de cualquier cosa, sin saber que la importancia de formar parte de un
equipo es mucho mayor que el individuo. Pero
lo que hace increíble a esta familia no es únicamente la capacidad de
reconocer, valorar y desarrollar los dones de sus miembros. También debemos
observar cómo se admiten los errores y se perdonan, se confía en el otro y se
le apoya. Eso es lo que les hace una familia normal. Pero no lo ven así
y por sus dones viven ocultándose para parecer normales. Muchos siguen
esa lógica del mimetismo social y ocultan sus dones, pero no se dan cuenta de cómo
cuando tememos ser diferentes aún lo más común nos parece extraño
(recordemos el reclamo de Violeta a su madre sobre la normalidad y su afirmación
sobre el único normal de la casa, Jack-Jack, que “todavía se hace en los pañales”).
Vivir la verdadera normalidad es aceptar que podemos encontrar situaciones
problemáticas en la vida, pero que el problema nunca seremos nosotros o los demás
sino la situación; por algo Dios nos ha puesto a vivir juntos y nos ha hecho
diferentes. Néstor A. Briceño L, SDS [1] Sinergia: Acción de dos o más causas cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales. (Diccionario de la Real Academia Española)
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