Recomendaciones a un Cura Joven

Jesús se volvió y le dijo:

“¡Detrás de mí, Satanás! Tú me harías tropezar.

Ni piensas como Dios, sino como los hombres”.

Mt 16,23

Ficha Técnica:

Película: El Crimen del Padre Amaro (2002)

Dirigida por: Carlos Carrera

Actores: Gael García Bernal, Ana Claudia Talancón y Sancho Gracia.

Estudios: Alameda Films – Blue Films – Foprocine – Imcine – Wanda Vision

Duración: 114’

Censura: para mayores de 18 años.

Valoración: Las actuaciones y la fotografía son muy buenas, pero al tema tratado le falta profundidad. Es una película que debe ser vista con objetividad, sabiendo que únicamente se presenta una cara de la moneda.

Breve Comentario:

            No hay mejor promoción para una película que aquella hecha cuando algún obispo habla en contra de ella. Ese es el caso de El Crimen del Padre Amaro. Bastó con un comunicado de algún obispo mejicano para que el film se convirtiera en un verdadero éxito de taquilla.

            El tema tratado es bastante serio, aunque utiliza el recurso de toda crítica efectista: la exageración. De hecho, toca el tema de la Iglesia como “santa meretriz”, olvidándose de la parte de la santidad y exaltando el pecado presente en ella; se presentan modelos negativos sin mostrar un solo modelo positivo (ni siquiera Amaro al principio de la película llega a serlo).

            Es una película que todo sacerdote joven debería ver para quedar advertido sobre las tentaciones que se presentan en la vida de cualquier cristiano y están personificadas en cada uno de los presbíteros cuestionados en el film: Amaro, Natalio y Benito. A continuación las características resaltantes de cada uno.

Natalio: Un sacerdote presentado con doble faz: por un lado está solidarizado con los guerrilleros y por el otro se muestra como un manso cordero. La película utiliza equivocadamente el término “teología de la liberación”, escondiendo detrás de éste una lucha de poder político y social. Sin embargo, Natalio es consecuente con sus actos.

Benito: Definitivamente alguien que ha caído en la doble moral: lo que es malo para otros, con sus atenuantes es bueno para él. Está sumergido en las redes del pecado y también se auto-engaña al destinar dineros mal habidos a obras sociales; defiende aquello de “el fin justifica los medios”.

Amaro: Un joven sacerdote, con deseos de poder y sin la formación adecuada para llevar adelante su ministerio. A nivel afectivo, Amaro no recibe el acompañamiento necesario de sus pares. En lo moral, parece que no ha interiorizado en ningún momento los principios básicos. Se deja seducir y esconde sus decisiones en el mal ejemplo de otros: en primer lugar detrás de Benito, la segunda vez detrás de Natalio.

            Por algunos detalles de la película nos damos cuenta de la poca frecuencia con la cual asiste el director a la Iglesia: secuencia de la misa, las vestimentas, etc. El aspecto de la brujería no es presentado con un fin específico. Esto deja algunos cabos sueltos que seguramente en el libro se podrán apreciar con mayor detalle.

            Lo escandaloso de la película algunos lo ven en los personajes principales: tres sacerdotes; pero pienso que el escándalo va más allá: los hechos de los personajes que continúan siendo igual de graves si son cometidos por cualquier bautizado. El pecado de Amelia, de la Sanjuanera, de Natalio o de Benito, es tan grave como el de Amaro.

            En fin, esta película muestra el pecado de nuestra Iglesia cuando sus miembros (laicos, religiosos y sacerdotes) se apartan del Evangelio, justificando y defendiendo sus debilidades. Seguramente, usted por curiosidad también irá a ver este filme, por eso le recomiendo que luego revise sus conceptos morales los cuales seguramente se verán cuestionados por la película. Es una película para ver en grupo y si puede hacerlo acompañado por alguien que sepa de cosas de Iglesia, mejor.

Néstor A. Briceño L, SDS